-Adiós Alex.- me despedí con cansancio en la voz.
-Siento haberte despertado , de veras, pero es que parecías tan inmóvil y tan pálida que por un segundo pensé que te habías desmayado.- las palabras de Alex no tenían nada que ver con las de Zahary el otro día cuando me dijo que era muy hermosa cuando dormía. Le mire con cansancio.- Bueno, ya me voy. Adiós.- dijo y salio por la puerta yendo hacia la calle. Estaba , en mi opinión, decepcionado.
-¡Alex!- le llame y el enseguida se giro. Le sonreí.- Ya sabes que te quiero.
El me sonrió y esta vez su paso se fue relajando hasta ser el de siempre.
Cerré la puerta. Quería intentarlo una vez mas. Iba a ir a dormir para que Veone volviera a aparecer y me diga mi gran enigma.
Me fui hacia las escaleras cuando alguien llamo a la puerta. Posiblemente Alex se hubiera olvidado algo en mi casa. Había pasado casi dos horas con el y no tenia ni la mas remota idea de que hora era. Solo sabia que era de noche.
Fui hasta la puerta y la abrí. Me lleve una gran sorpresa. Era Lander. Me quede mirándole sin decir nada. Volví a sentir esa sensación. Desvié la mirada.
-Esto...yo...venia a traerte tu maleta. - dijo.
-Oh, es verdad. Pasa.- le invite un poco tímida. Era la primera vez que me pasaba eso aparte de mi timidez habitual.
-Vale.- pronuncio bajito. Entro. Miro alrededor y le indique el camino al salón.- Me gusta la decoración de tu casa.
-Em...gracias.- dije mientras el entraba en el salón.
-¿A donde quieres que lleve tu maleta?- pregunto mirándome directamente a los ojos.
-Mi habitación esta arriba pero si quieres deja aquí la maleta.
-Vale.- acepto y la dejo en el suelo junto al sofá.
-Puedes sentarte.- le dije. ¿Pero que me estaba pasando? Hace poco en el aeropuerto me comportaba como si fuéramos amigos de toda la vida y ahora como si fuera la primera vez que nos viéramos. El se sentó.
-¿Quieres algo para tomar?- le pregunte.
-No, gracias.- dijo y me miro sonriendo. Fui a sentarme a su lado. El suspiro, quería comenzar a hablar pero no se atrevía.
-Es como si te conociera de toda la vida.- dijo.- Es la primera vez que me pasa eso y no se porque. No es que la sensación me desagrade solo me parece extraña.- trato de explicarse.
-Te entiendo. A mi me pasa lo mismo.
-¿Enserio?- pregunto sorprendido. Asentí. Entonces instantáneamente me vino una idea a la cabeza.
-Uno de tus familiares fue el que te envió aquí.- le dije tranquilamente y sin mirarle a la cara.
-¡¿Como?!- pregunto muy sorprendido incorporándose para poder verme bien. Le mire despacio. Era mas hermoso de cerca. Pero no iba a quedarme admirando su belleza.
-Es verdad. Me lo dijo Veone en sueños.
-Pues esa mujer miente. Ninguno de mis familiares podrían haberme hecho esto. Ninguno.
-Bueno, ellos no. Alguien lo a hecho por ellos ya que no son brujos. Pero eso significa que alguno de tus familiares trato con algún brujo o bruja.
-Eso es imposible.- el sentía ira pero no hacia mi lo que me tranquilizo.
-Se perfectamente lo que oí cuando te vio Edgar y ahora cobra sentido. Estoy mas que segura de que fue el el que causo todo pero no se porque.
-Mi abuelo jamas haría eso porque el me quiere mucho y porque el odia a los brujos.
-Hay otra cosa que no te he contado y es que en realidad yo no soy una bruja.- El me miro con el ceño fruncido.
-¿Entonces que eres?
-No lo se, pero Veone me lo va a decir.
-¿No decías que Veone nunca te contaba nada?
-Eso era antes. Ahora a dado el brazo a torcer y va soltando cabos sueltos.
-Pero para verla tienes que dormirte, ¿no?
-No siempre, pero la mayoría de las veces , si.
-Pues vamos a que duermas. - enseguida se avergonzó de lo que había dicho.- Lo que quiero decir es que podría acompañarte mientras duermes y así ayudarte o algo.
-¿No seria molestia?- pregunte dudando.
-Por supuesto que no.- dijo el con una sonrisa en la cara y fue sacando el móvil para llamar a su padre. De una manera me sentía rara porque Zahary me había propuesto lo mismo y yo me había negado. Pero la verdad es que necesitaba a alguien mientras dormía. Era un capricho pero ya que me lo iban a conceder iba a aceptarlo.
-Lander, ¿podrías llamarle a tu tía Selene?- el me miro confundido.
-¿Mi padre te propuso lo mismo?- pregunto mientras yo asentí lentamente.
-Pues entonces no les llamare.- dijo y me sonrió. Le mire sin aprobar aquello pero lo que se me había ocurrido a mi era muco mas retorcido y no tenia las ganas ni la fuerza de ocultarle algo a Zahary.
-Ahora vengo. Voy a por un saco de dormir.- dije. Lander estaba a punto de decir algo pero después se callo y fue subiendo las escaleras.
Fui hasta el sótano y de allí saque mi saco de dormir rosa. Estuve dudando en coger el de mi hermano que era negro pero al final subí el mio.
Fui hasta la habitación que estaba abierta y me encontré a Lander sentado en mi cama contemplando una foto familiar de hace mucho tiempo en la que salíamos todos. El se dio cuenta de que entre pero no retiro la mirada.
-¿De cuando es esta foto?
-De cuando yo tenia unos cuatro años.- le informe depositando el saco de dormir en el suelo y fui a sentarme a su lado. Mire la foto, en ella todos estábamos sonriendo y a mi madre nunca le había visto lucir una sonrisa tan radiante.
Le había dolido mucho la perdida de mi padre. Hacían una pareja tan bonita.
Suspire y Lander lo noto. Me paso la mano por los hombros lo que me sorprendió.
-Le echas de menos, ¿verdad?- me limite a asentir. - Yo también le echo de menos a mi madre. No entiendo mi lugar en este mundo. Ahí tenia una prometida, una familia formada, tenia a mi familia pero supongo que no te tenia a ti y que era eso lo que me faltaba.- me dijo sin que su voz cambiara de tono. No se como lo había dicho. No sabia si quería decirme algo malo con eso queriendo reprocharme la perdida de su familia o si lo decía con buenas intenciones pero eso ya seria ir mucho mas allá de lo que me imaginaba.
-¿Voy a dormir en ese saco?- pregunto con una mueca en la cara.
-Si, es mio y ya se que no es para chicos pero...
-¿Es decir que tu has depositado tu cabeza en esa almohada y tu cuerpo a estado envuelto en esas mantas?
-No exactamente pero, si.
-Ese saco me parece el lugar perfecto para dormir.- le mire confusa y el mi sonrió con picardia. Había una extraña conexión entre nosotros. También le sonreí. El aun no había quitado su mano de mis hombros y gracias a eso se fue acercando mas y mas a mi mirándome fijamente a los ojos. Yo no retire mi mirada de la suya. De esos ojos que parecían el cielo en un día despejado.
Pero al final estuvo demasiado cerca y yo no estaba preparada. Baje la mirada y el también bajo la suya.
-Lo siento. No quería causarte esa impresión. Tu y Zahary tenéis algo muy fuerte y yo no soy nadie para estropearlo pero lo único que quiero decirte es que desde el primer momento en el que te vi sentí algo por ti. Algo fuerte y que nunca había sentido por nadie jamas. No se si era amor o otra cosa pero lo único que se es que tu me haces olvidar todo.- Lo soltó sin que su voz se quebrara como hacia la de su padre. Eran tan distintos. Y lo mas raro era que con Lander me sentía extraña y mis sentimientos se asemejaban a los suyos.
-Bueno, voy a cambiarme ¿vale?- dije levantándome sin dirigirle la mirada. Cogí mi pijama de repuesto y algunas cosas mas y me fui al baño. Cerré la puerta y suspire. ¿Que me estaba pasando?
Me lave la cara y me mire en el espejo.¿Tanto había cambiado? ¿Tanto había cambiado como para llegar a tener mi corazón dividido por dos personas?
Retire mi mirada del espejo y después de estar unos minutos en el baño salí.
Lander seguía sentado en la cama en la misma postura que antes. Parecía no haberse movido de allí.
-Creo que es hora de dormir.- pronuncie. El asintió con la cabeza y se fue hasta el saco desatandolo y poniendolo junto a mi cama.
Yo quite todas las cosas que tenia sobre mi cama y me metí en ella.
-No me he traído un pijama.- comento Lander diciendoselo a si mismo.
-Puedo prestarte uno de mi hermano.- propuse y antes de que me contestara salí a coger uno de su habitación.
Kel13 se había ido al salón y su habitación estaba a oscuras pero lo bueno era que mi madre le arreglaba su armario todas las semanas y pude encontrar fácilmente el pijama que buscaba.
-Volví a la habitación.- Lander me estaba esperando levantado al lado del saco de dormir sin la camiseta. Su cuerpo era escultural. Sus músculos eran bien visibles y tenia unos abdominales de lujo. El sonrió cuando me vio mirándole así. Le di el pijama sin demorarme mucho y ruborizándome.
-Gracias.- susurro y se puso la parte de arriba.
-Puedes ir al baño.- le aconseje. El asintió y se fue. Volvió muy rápido y yo ya estaba metida en la cama. El se metió en el saco.
-Buenas noches.-dije en voz baja apagando la luz.
-Buenas noches, razón de mi existencia.- dijo muy bajo pero logre oírle. Me sentí bien y mal. Sus palabras al principio fueron como algo halagador a mi corazón pero después hacia que me sintiera culpable.
Me dormí enseguida. Estaba muy cansada y eso de dormir en el coche no se me daba bien. Me había olvidado de todo y solo flotaba en el aire el nombre Veone. Quería verla para que me diera las respuestas necesitadas pero no vino.
Todo era oscuridad y tranquilidad. Mi cerebro no podía pensar bien ya que estaba dormida pero intentaba concentrarme para verla.
Entonces sentí lo que desde hace tiempo no sentía. Esa sensación de estar entre plumas y de sentirme cómoda e incomoda.
No la había tenido justo desde el día en que los mellizos me dijeron la verdad.
Era extraño pero esa sensación parecía una pieza clave del rompecabezas de mi vida.