неделя, 23 януари 2011 г.

Capitulo 18.


-¿Quien eres tu?- me despertó la voz sorprendida de Kel13. De repente la luz se encendió. Me tape los ojos con las manos. Tenia tanto pelo en la cara que me fue imposible despejarmelo del todo. -Lisa, ¿quien es ese?- abrí los ojos entrecerrandolos. Me levante despacio.

Lander seguía en el suelo con una mueca de disgusto y con los ojos medio cerrados.

-Ese es Lander, Kel.- le informe.

-¿Lander? No estarás hablando del principito, ¿verdad?- me pregunto sorprendido.

-Ese mismo.- afirme.

-Oye, yo no soy ningún principito.

-Oh, perdóneme su majestad.- dijo Kel13 con desprecio en la voz.- Que, ¿ahora habéis decidido matar a mi hermana de cerca? Claro, a vosotros os va el lema de “ten a tus amigos cerca y a tus enemigos mas”- dijo hostilmente.

-Kel, no empieces. Lander vino a ayudarme.

-Hablando de ayuda. ¿Has soñado con Veone?- pregunto Lander, ya completamente despierto.

-No, eso es lo mas extraño. Desde que supe todo, siempre aparecía en mis sueños excepto hoy. No se que a pasado.

-Quizá tenia que verle el oráculo a alguien.-bromeo Kel13.

-Puede.- dije siguiéndole el juego.

-Aunque si necesitabas ayuda podrías habérmela pedido a mi. -dijo Kel13 molesto.

-Lo se, pero no quería preocuparte.- dije con una media sonrisa en la cara.

-Mama llego a la mañana y no se como se tomara la existencia de ese individuo en casa.- dijo mi hermano sin dirigirse a Lander.

-¿Que hora es?

-Son las 7 y cuarto.

-¡No!- maldije y por primera vez mire detenidamente a mi hermano que ya estaba vestido y preparado.

-Tenéis un cuarto de hora.

-Corre.- me apure dirigiéndome a Lander.

-Yo me voy ya. Petty tiene algo muy importante que decirme. ¿Ya os las apañareis verdad pequeños?

-Tranquilo, papa.- le dije con sarcasmo. El me guiño el ojo y salio.

Salte de la cama y fui sacando ropa del armario. Pille lo primero que vi.

-Yo no se si aun estoy apuntado a ese instituto.- me dijo Lander.

-Seguro que lo estas. Zahary no dejaría eso de lado.- Date prisa. Llegaremos tarde. - empezó a quitarse la camiseta. De nuevo tuve la suerte de contemplar ese cuerpo. Era muy fuerte y cuadrado. Parecía una de esas esculturas griegas en la que la perfección del cuerpo es lo mas importante.

-No te importa que me cambie aquí, ¿verdad? Es que anoche casi me caigo en el baño.

-Con tal de que no me mires. - le dije. El se giro hacia la ventana y se puso la camiseta que llevaba el día anterior. Retire mi mirada de el con pocas ganas y me centre en vestirme lo mas rápido que pude. Cuando ya estaba lista me mire en el espejo. No es que estuviera muy bien combinada pero valdría. Me gire y Lander me estaba mirando. Me sonroje.

-¿Cuanto llevas mirando?- le pregunte.

-Lo mismo que tu a mi. - me respondió.- Estas preciosa. Aunque tu cuerpo me es tan conocido. Es como si ya lo hubiera visto antes. Quizás en mis mejores sueños.- me ruborice aun mas.

-¿Vamos a desayunar?- pregunte cambiando de tema antes de que me cobrara el color del tomate en su punto. El asintió y vino hasta mi. Cada vez que estaba cerca perdía la memoria, era la primera vez que me pasaba eso. Empece a mirarle y me olvide de todo. Solo estábamos el y yo. Con Zahary pasaba lo mismo pero de una manera muy distinta. No tan cercana y sin tener la sensación de haberlo vivido antes. Puede que en otra vida Lander y yo hubiéramos sido conocidos y posiblemente algo mas. El me miro con esa mirada picara suya y no pude evitar sonreír.

-Me encanta tu sonrisa.- susurro.

-Y a mi tu mirada.- le susurre.

-¿Gracias?- pregunto meditativo como si no supiera si agradecérmelo o no y una sonrisa aun mas picara cubrió su cara.

-De nada.

Entonces el se alejo sin ganas y abrió la puerta. Entro una ráfaga de aire que me hizo recobrar el control de mi misma. - Vamos, tenemos que darnos prisa en el desayuno. Ya hemos perdido demasiado tiempo.

-Pero no lo hemos desperdiciado.- dijo Lander. Bufe. Sinceramente Lander era mucho mas directo y libre que Zahary. Con el parecía como si el amor pudiera fluir por si solo y con Zahary parecía haber una barrera que lo impidiera. El simple echo de recordar a Zahary me hizo sonreír. Yo lo mas probable es que le viera y me pidiera explicaciones sobre la huida de Lander.

Me mordí el labio. Ya habíamos bajado las escalera. Kel13 había dejado una tostada en la mesa y un poco de mermelada en un pequeño bote de cristal.

-¿La compartimos?- le propuse.

-No, gracias. Tu necesitas esa tostada mas que yo.- le mire de reojo.

-¿De verdad que no quieres comer? Hay un poco de cereales en ese cajón de ahí.

-No te preocupes. He pasado días enteros sin comer. Aguantare unas cuantas horas.- dijo. Asentí no muy convencida. Me senté en la mesa y comencé con en devoramiento de la tostada. Hasta ese momento no me había dado cuenta de lo hambrienta que estaba.

Lander estaba en frente miá mirándome como si fuera un nuevo descubrimiento fantástico verme comer.

-¿Que pasa?- le pregunte.- Si ya sabia yo que tenias hambre.

-No es eso. Me fascina tu boca tan apetecible.- dijo Lander directamente. Eso hizo que me sonrojara. - ¿Tienes vergüenza? No deberías. Solo te estoy diciendo lo que veo.

-Ya, pues tienes problemas de vista.- el soltó una carcajada meneando la cabeza.

Me termine el ultimo bocado de tostada y cogí mi mochila que estaba en el suelo.

-Vamos.- le dije mientras me levantaba de la silla y me dirigía a la puerta que daba al pasillo. Lander me estaba siguiendo sigilosamente.

Salimos de la casa. Lander cerro la puerta y se puso a mi lado.

-Eres mi guiá.- me dijo. Le sonreí y comencé a andar.

-Esta es la calle...

-Welvaidern Street. Lo se. Anoche lo leí en un cartel.- dijo mientras yo asentía con la cabeza.

-¿Te llevo la mochila? Parece pesar cien kilos. -pregunto Lander con una mueca de exageración. Le tendí encantada la mochila. El pareció cogerla sin ningún amago de sorpresa. Puede que para el el peso de mi enorme mochila no fuera nada.

-Cuéntame algo.- le dije interesada. El me miro sorprendido.

-¿Que quieres que te cuente?

-Creo que hay muchas cosas que no se. Te estoy hablando de tu vida.

-O mejor dicho la de mi padre.- me corrigió el. Antes de que pudiera protestar el volvió a hablar.- En primer lugar, mi padre en mi tiempo no fue lo que es ahora. Mi padre a cambiado mucho. Ahora no es capaz ni de matar a una mosca. En mi tiempo lo mas natural era que matara a un campesino por venir a quejarse de algo. Era como una copia de mi abuelo.

-Eso es imposible. Zahary jamas podría haber sido como Edgar.

-Lo era, créeme. Yo no quiero dejar en mal posición a mi padre pero fue así. Ademas el tenia razón. El nunca quiso a mi madre. Siempre la maltrato.

-¿En que sentido?

-En el mas realista. Siempre que discutían mi madre acababa con un moratón. Muchas veces intente defenderla pero el abuelo decía que así tenia que ser.

-Que personas mas malvadas.- dije mas que sorprendida. Era como si me hablaran de otra persona y no de Zahary. Por primera vez sentí pena por Candace.- ¿Zahary sabe esto?

-Por supuesto que no. No quiero que vuelva a hacerme algo como lo que me hizo de pequeño.

-¿Que te hizo?- el suspiro, se me quebró la voz.

-¿Porque me es imposible decirte que no? Esto no tiene que cambiarte la perspectiva de ver a mi padre, eh. - volvió a suspirar.-Una noche cuando yo tendría unos cuatro años estaba con mi madre en sus aposentos mientras ella me estaba cantando. Vino mi padre borracho de una fiesta que celebraban.- por el comienzo enseguida se me formo un nudo en el estomago ya que Zahary no tenia los indicios de emborracharse.- El vino y empezó a insultarla, mi madre no dijo nada pero yo no podía dejar que le hiciera eso. El comenzó a pegarle y mi madre quedo inmóvil en el suelo. Creí que había muerto.- se le quebró la voz mientras iba recordando lo ocurrido. El dolor penetro hasta mi corazón y se apodero de el, cubriéndolo como una manta y temiendo lo peor. - Yo cogí un arma, fui hasta mi padre dispuesto a matarlo pero el ,incluso borracho, fue mas ágil que yo ,cogió la daga me agarro y me apretujo contra la pared. Me faltaba el aire y el cogió mi muñeca y con la daga que sujetaba me hizo una profunda herida en la muñeca que después dejo una visible marca que hasta hoy no se a borrado.- dijo enseñándome la marca que le había dejado Zahary en la muñeca. Retire la mirada enseguida, no podía soportar mirar eso y menos pensar que Zahary fue el culpable de ello.- Entonces me dijo que nunca mas vuelva a ponerme en su camino o sino lamentaría las consecuencias. Jamas olvidare esas palabras.

Le tome de la mano y con las yemas de los dedos le acaricie la cicatriz, el cerro los ojos y suspiro.

-No dejare que nadie te haga daño.- susurre. -Jamas.- el abrió los ojos y me sonrió con los ojos tristes. Yo retire la mirada, me daban miedo mis propios impulsos y lo que seria capaz de hacer.

-¿Falta mucho para llegar?- pregunto Lander, retirando su mirada de mi y mirando al frente con una sonrisa en la cara.

-No, ya estamos cerca.- dije y el no quiso continuar. Estuvimos unos segundos e silencio.

-Tu hermano lo sabe todo, ¿verdad?- dijo levantando una ceja.

-Si.- dije firme.- El me quiere mucho y no creo que vaya a contárselo a nadie.

-Todo hermano se interesa por una hermana sobre todo si esa hermana es de otro.- bromeo Lander. No pude evitar sonreír. El de nuevo me sonrió con esa sonrisa suya tan peculiar, entre picara y seductora. Enseguida pensé en la reacción de las chicas cuando vean a Lander en el instituto.

-¿Aun no te crees lo del hechizo?- dije confirmando mas que preguntando.

-No tenemos pruebas y lo mas probable es que Veone mienta.- dijo tranquilo sin esa adversidad que sintió anoche. Eso me hizo sentir peor. En lo mas fondo de mi corazón deseaba que Veone dijera la verdad, deseaba que sus afirmaciones de que yo no era una bruja fueran ciertas. Ahora la necesitaba mas que en ningún otro tiempo.

Doblamos la esquina y ya se veía a lo lejos el instituto.

-Creo que si no corremos no llegaremos.- me informo Lander.

-Ya es tarde, aunque supieras volar no podrías llegar allí puntual.

-Entonces hay que buscar una excusa.

-Mas bien dos, una para el conserje y otra para tu padre.

-Lo de mi padre es fácil. Te quiere mucho y no creo que le importe que su hijo te haya ayudado. Y al conserje le diremos que soy nuevo, que tu me encontraste y que después decidiste indicarme el camino porque me había perdido. Tu por ahora reza para que el conserje sea una mujer.- le mire ceñuda.- Sois mas fáciles de convencer.- se explico.

-¿Quien es el rey de Inglaterra ahora?- pregunto intrigado.

-No tenemos rey, tenemos reina, se llama Isabel II de Reino Unido pero no tiene tanta autoridad como la tenían antes.- el únicamente asintió y miro de nuevo adelante.

    -Me habría gustado saber mi descendencia en el siglo XXI pero por desgracia después del incendio la familia real se fue al garete. - mire al suelo y no dije nada.

    De repente apareció el coche de Zahary a nuestro lado y la puerta se abrió de ahí se asomo el y a su lado se encontraba Selene.

    -Vamos, subid.- dijo. Lander fue hasta la puerta y la abrió invitándome a entrar. Entre y me acomode. El enseguida estuvo a mi lado.

    Cerro la puerta y el coche arranco a una extrema velocidad.

    -¿Donde has estado Lander?- pregunto Zahary.

    -Creo que a quedado bastante claro.- contesto este. Zahary se callo y me miro por el espejo del retrovisor. Retire la mirada y el devolvió su vista a la carretera.

    -Creía que ibas a darle la maleta a Lisa y volver.- dijo Selene meditativa.

    -Yo también lo creía pero después decidí quedarme para ayudarla.- ella asintió en silencio y no pronuncio nada mas. De un modo me sentía culpable sin saber el porque ya que Lander fue el que había hecho la propuesta de quedarse.

    -¿Y habéis descubierto algo?- pregunto Zahary

    -No, Lisa no pudo soñar con Veone.- me interrumpió Lander.

    -Si.- dije a secas sin dar afirmación a lo que había dicho Lander sino que decía el si para decir que habíamos descubierto algo. Zahary volvió a mirar en el espejo y vi como fruncía el ceño esperando mi explicación.

    -Uno de los familiares de Lander fue el que le hizo el hechizo.- pronuncie y Zahary disminuyo enseguida de velocidad. Selene se giro enseguida mientras que su hermano volvía a ir deprisa recobrando el control sobre si mismo.

    -¿Como has descubierto eso?- pregunto ella.

    -Me lo dijo Veone.

    -Pero eso no puede ser verdad. - ya habíamos llegado delante del instituto y Zahary estaba buscando un sitio vacante para aparcar el coche.

    -Bueno, todo lo que a dicho Veone hasta ahora a sido cierto. ¿Por que no creerle en esta ocasión?- pregunte sin esperar una respuesta. Selene me miro preocupada y después miro a Lander con mas preocupación aun. El me estaba mirado a mi.

    -No podría haber sido ningún familiar nuestro. Nosotros no nos hacíamos amigos de brujas o brujos. Selene tiene razón, es imposible. Pero Veone nunca a mentido. No se que pensar.- dijo Zahary.

    -Yo si.- dije sin poder controlarme.- Piensas que miento para ponerte en contra de tu padre. Piensas que tengo miedo de que Edgar te ponga en mi contra y que por eso me he inventado ese cuento. Piensas que por la simple razón de que yo odie a tu padre estoy intentando que tu también lo hagas.

    Después de terminar sabia lo que pasaría asique me envolví con los brazos. El dolor llego enseguida. Yo no quería decirle esas cosas a Zahary pero no pude contenerme. Le mire por el espejo. Su mirada estaba ausente pero el dolor que le había causado estaba mas que visible. Selene había bajado la mirada y Lander me miraba con sorpresa y meditativo a la vez. Yo mire por la ventana y me trague todas mis disculpas porque quería cambiarle la perspectiva a Zahary.

    El aparco cogió su mochila del regazo de su hermana y salio. Lander también salio y antes de que yo lo hiciera mi puerta se abrió y Lander me tendió la mano. La acepte y salí.

    El seguía sosteniendo mi mochila, la cogí de sus manos y me la eche al hombro. Selene fue la ultima en salir. Parecía estar petrificada. Creo que ella pensaba lo mismo que su hermano y tardaría mucho en asimilar que lo que decía era verdad.

    Nadie dijo nada hasta llegar a la entrada. Entramos, Zahary fue el primero y se dirigió a hablar con el conserje.

    -La suerte no estaba de mi lado.- susurro Lander a mi lado mirando al conserje. Le sonreí ligeramente y el me guiño un ojo.

    Zahary volvió en unos minutos mirando a Lander.

    -Tienes matemáticas. Tu aula es la 234. ¿Te apañaras?- le pregunto y Lander asintió. Enseguida desapareció por las escaleras al tercer piso.

    -Vamos.- dijo en seco esperando a que nosotras fuéramos las primeras en subir. Selene enseguida comenzó a subir las escaleras. El se coloco a mi lado.

    -Lo siento.- susurro.- Pero te equivocas. Yo no pensaba eso. Yo jamas desconfiaría de ti. Simplemente no se que pensar. Eso es como un torbellino en mi vida. Mi padre seria incapaz de hacer algo así.

    -Pero si te paras a pensar, suponiendo que lo que dijo cuando vio a Lander es verdad entonces lo que dice Veone cobra sentido. No te estoy diciendo que lo haya hecho Edgar pero es que no encuentro otra opción. Solo quedáis tu y Selene y creo que los dos sois incapaces de hacer algo así. - el bajo la mirada sin saber que decir. Yo también baje la mirada sintiendo sus sentimientos dentro de mi, arrasando todo mi corazón. Quemandolo por dentro. Me puse delante suya y le agarre las manos. El me miro a los ojos.

    -Se lo que sientes y lo siento mucho. Tu eres el que peor lo esta pasando y te prometo que desde ahora en adelante intentare hacerte la vida mas fácil.

    -Con tu sola presencia ya la estas haciendo mas fácil.

    -Mientes. Yo soy la que complica las cosas y a decir verdad no creo que nos sirva de nada haber averiguado a medias como Lander llego aquí. No debería habéroslo dicho. Os he complicado mas las cosas.

    -Hiciste bien en decírnoslo y esta misma tarde pienso hablar con mi padre.- yo asentí y fuimos lo mas rápido posible a clase.

    Entramos y Kim se interrumpió en medio de la explicación. Nos miro con las cejas tan elevadas que se le formaron múltiples arrugas en la frente.

    -Señorita Devonne,¿ a que se debe su retraso?- tenia que tomarla conmigo, ¿no? Que buena suerte tenia sabiendo lo pésimo que mentía.

    -Se nos había estropeado el despertador.- intervino Selene sentándose en su sitio.

    -Ah, ¿vivís juntos?- pregunto señaladonos con la tiza que sujetaba en la mano.

    -No, pero anoche yo me quede a dormir en su casa.- intervino de nuevo Selene.

    -Bien.- dijo la señora Kim y me indico que me sentara. Creo que si no hubiera sido por los mellizos me habría quedado en el pasillo y con falta de asistencia.

    Me fui hasta Nicol y empece a sacar mis libros de la mochila.

    -Espero que tengas una buena excusa para lo de ayer y por tu retraso de hoy.

    Me gire y le sonreí con tristeza , ella me miro preocupada y dirigió su mirada hacia la pizarra en la que estaba escrito todo un esquema sobre la edad antigua. Suspire intentando concentrarme pero sencillamente no podía sacarme de la cabeza la idea de ver a Edgar y mas sabiendo que se iba a poner en mi contra.

    Mis horas estaban contadas.